Celebración parecida a la de la Santa Cruz, consistente en la peregrinación en romería hasta la ermita de San Isidro, al igual que la de la Santa Cruz situada en las afueras del muncipio pero en el extremo opuesto. Hasta esta ermita llegan todos los vecinos atavíados con sus trajes típicos y con su merienda. Una merienda en la que de nuevo el protagonista es el Hornazo.